lunes, 28 de junio de 2010

Sobre la prohibición del burka y el nikab, lo que dice realmente el Coran del tema del velo islámico

Lo que dice realmente el Coran sobre el tema del velo islámico es importante para saber de que estamos hablando sobre un tema que es más bien mediático que otra cosa. Porque de hecho el Coran no usa el termino hiyab de la misma forma que lo hacemos ahora, el hiyab es en gran parte una creación moderna, un código nuevo de vestimenta que por lo tanto es regulable y que se puede pactar pues esta sujeto a cambios. Si no somos capaces de entender que es lo que esta sucediendo con esta repentina aparición de mujeres veladas no seremos capaces de entender otros fenómenos parecidos que nos sucederán en el futuro próximo.
La mención más importante del hiyab en el Corán está en unos versículos que es necesario contextualizar. Mahoma era visitado a todas horas en su casa, que además era la primera mezquita y centro de reunión de los musulmanes, por personas que deseaban hacerle preguntas sobre cuestiones de religión. Tal afluencia de gente debía importunarle, y entonces, siempre según la tradición, Dios le reveló unos versículos para que se los transmitiera a los musulmanes que en esencia decían que las mujeres del profeta estaban tan cualificadas como él mismo para atender a los fieles en lo que necesitaran. Así pues, las esposas de Mahoma empezaron a atender a las visitas igual que el propio Mahoma. Sin embargo, debían ser objeto de cierto acoso, porque poco después, el profeta recibió una nueva revelación que decía así:

Los que creéis: no entréis en los aposentos del profeta si no se os ha invitado a comer, ni sin que sea el momento. Pero cuando se os haya invitado, entrad, y cuando hayáis comido, salid sin daros familiarmente a la conversación. Esto ofende al profeta y se avergüenza de decirlo, pero Dios no se avergüenza de decir la verdad. Y cuando les pidáis algo a ellas hacedlo detrás de un velo: es más puro para vuestros corazones y para los suyos. No podéis ofender al enviado de Dios ni casaros jamás, después de él, con sus esposas. Ello es, para Dios, un gran pecado.
(Corán, 33, 53).

De este versículo nace la idea de que las mujeres deben cubrirse la cabeza, o incluso el rostro (dando lugar a prendas como el burka), a pesar de que la admonición divina se refiere sólo a las relaciones de los creyentes con las mujeres del profeta y de que aquí la palabra velo alude claramente a una cortina y no a una prenda. De hecho, la palabra hiyab aparece siete veces en el Corán y en ninguno de los casos se refiere al atuendo femenino, para el que se utilizan otros términos. Sin embargo, ninguno de estos alude específicamente a cubrirse la cabeza o la cara. Un versículo cercano al anterior dice así:

Profeta: di a tus mujeres y a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se ciñan sus velos. Esa es la mejor manera de que sean reconocidas y no sean molestadas. Dios es indulgente, misericordioso.

(Corán, 33, 59).

La palabra que aquí se suele traducir por "velos" es en realidad ŷalābīb, es decir, chilabas o túnicas. No se refiere, pues, a la prenda que cubre la cabeza o la cara.

Di a los creyentes que bajen sus miradas y sean castos. Esto es lo más conveniente para ellos. Dios está bien informado de lo que hacen. Di a las creyentes que bajen sus miradas y sean castas, y que no muestren de sus adornos más que lo que se ve. ¡Que cubran su pecho con sus velos! [...]

(Corán, 24, 31-32).

Nuevamente, la palabra que aquí se suele traducir por "velo" es literalmente jumur, una tela larga que, esta sí, puede cubrir la cabeza, pero en cualquier caso el versículo no decreta la obligación de taparse la cabeza, sino de cubrir el pecho, usando para ello los pañuelos de la cabeza (hay que decir que la cabeza cubierta forma parte del atuendo tradicional masculino y femenino de la península de Arabia, lo cual es lógico dado el clima desértico).

Por tanto, el hiyab del Corán no se refiere nunca al atuendo, sino a un velo o cortina, que además sólo en un caso se pone en relación con las mujeres. Las disposiciones sobre el atuendo, por otro lado, no parecen indicar que haya que cubrirse por completo, sino que aluden en términos generales a utilizar un atuendo recatado, no tanto por una cuestión sexual (pecado) como social, ya que las normas de vestimenta que impone a las mujeres sólo son válidas si éstas están en presencia de personas que no pertenezcan a su círculo familiar o doméstico. No es una exigencia original: abstenerse de mostrar el cuerpo en demasía o cubrirse el pecho son exigencias de atuendo que se pueden encontrar en ámbitos tradicionales cristianos, judíos, hindúes u otros.

Me parece pues que queda suficientemente demostrado que el tema del hiyab no es un precepto coránico y mucho menos el burka o el nikab porque lo único que parece desprenderse del Coran en cuanta a la vestimenta de las mujeres musulmanas es que estas han de ir de forma vestidas de forma recatada y no tienen ninguna necesidad religiosa de ir con la cabeza y la cara tapada.
Primero es bueno clarificar los términos porque puede parecer que el tema del velo islámico es un tema esencial en esta religión que choca frontalmente con nuestras formas de comportarnos cuando eso no es cierto. Una musulmana puede ir vestida de una forma convencional por cualquiera de nuestras calles sin que se note su condición de musulmana solamente usando unos códigos de vestimenta modestos lo mismo que una católica, una evangélica o una maestra de escuela o de instituto que considere que en su trabajo no se debe hacer ostentación del cuerpo femenino. La expresión muy anticuada seria la de "atributos femeninos" refiriéndose al pecho y a las caderas.
Ese código de vestimenta nos es familiar y en algunas empresas se utiliza.
Lo que ha generado la polémica es cubrirse la cabeza y la cara. Es conveniente tenerlo en claro para saber con que estamos tratando.

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