"Y me llamas extranjero porque me trajo un camino,
porque nací en otro pueblo, porque conocí otros mares
y un día zarpé de otro puerto,
si siempre quedan iguales en el adiós los pañuelos
y las pupilas borrosas de los que dejamos lejos
los amigos que nos nombran,
y son iguales los rezos
y el amor de la que sueña con el día del regreso.
(...)"
(Rafael Amor: "No me llames extranjero")